domingo, 20 de agosto de 2017

Con la misma celeridad que aumentan las prepagas, que se ajusten los haberes jubilatorios

Con la misma celeridad que aumentan las prepagas, que se ajusten los haberes jubilatorios

OTRAS CARTAS. Voces, reclamos y esperas de jubilados
Con la misma celeridad que aumentan las prepagas, que se ajusten los haberes jubilatorios
VIOR
Me dirijo con esta carta a los señores miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para implorarles que a la brevedad posible se expidan sobre la apelación de la ANSeS cuestionando el índice de actualización que este organismo debe aplicar para ajustar los haberes jubilatorios de los miles de jubilados y pensionados que aún no tenemos sentencia firme, y esperamos desde hace años una definición justa que nos corresponde por derecho. Les ruego dejar de lado ideologías políticas y presiones gubernamentales.
Recurro a la edad promedio de los señores jueces con la esperanza de que entiendan que les habla un viejo de la “tercera edad”, que ha comenzado a transitar la última etapa de su vida. No quiero llegar a los 100 años, si es que llego, sin recibir lo que me corresponde y darme algunos gustos, tantas veces postergados, antes de ingresar a un deplorable y deprimente geriátrico del PAMI. No cortamos calles, no nos encapuchamos ni amenazamos con palos y piedras. Exigimos que, de una vez por todas, se haga justicia y no pasen más de 10 años para cobrar lo que es nuestro. ¡No pedimos! ¡Exigimos lo que nos corresponde!
Lamentablemente, cuando la ilusión llegó a nuestras vidas disfrazada de una ley mentirosa y usuraria, un joven funcionario que llegará a viejo con otros ingresos, obviamente, apele alegremente las sentencias que no serían apeladas. Hoy vivimos en un limbo. A nadie le importa lo que le pasa a un jubilado. Sólo él y su familia lo sufren. La ANSeS tiene un discurso. Los medios dicen otra cosa y, por si fuera poco, los abogados del fuero previsional tienen otro punto de vista. Sólo un tonto puede creer que es muy dificultoso calcular correctamente un haber jubilatorio e intimar al organismo correspondiente a pagarlo en tiempo y forma.
¿Es lógico que debamos recurrir a acciones legales para conseguir lo que debería haber sido automático y sin piedras en el camino? Este es el país donde todo es posible. Lo bueno y lo malo. Lo justo y lo injusto. La explicabilidad de lo inexplicable. Mi condición de ateo me impide implorar en un templo, por lo que suplico a los señores jueces que se apiaden de estos pobres viejos, porque hay viejos ricos, y fallen a nuestro favor.
¡Basta de juicios, apelaciones y Reparación Histórica! No roben más nuestro dinero y lo que es más importante, no nos roben ilusiones basadas en promesas de campaña por parte de quienes no tienen que llegar a fin de mes con $ 6.000 pesos. Sólo pido que se aplique la misma celeridad que se utiliza para aumentar servicios, alimentos, medicamentos, prepagas y otros productos necesarios para vivir. No me equivoqué cuando mencioné la palabra “prepagas”. Hoy es una necesidad porque el PAMI es una institución desnaturalizada, incompetente y arrogante frente a los problemas de salud de “nuestros queridos abuelos”. ¡Será justicia!
Miguel Angel López
emealopez@yahoo.com.ar

Voces, reclamos y esperas de jubilados
Hasta hoy viví el tema Ganancias intrigado en la medida que graciosamente mi caja de jubilación (Instituto de Ayuda Financiera para pago de retiros y pensiones Militares) recortaba mi haber de retiro descontando el tan sonado Impuesto a las Ganancias. En un par de ocasiones consulté cómo se efectuaba el cálculo del descuento, pero no supieron o no quisieron aclararlo, sólo me informaron que lo hacían de acuerdo a las directivas de la AFIP. Hoy pude controlar mi recibo de haberes y me encuentro que al incrementarse mi retiro en poco más de un 17%, el Impuesto a las Ganancias fue modificado en un 47,77%. Mi sonado aumento quedó reducido de lo dicho, el 17%, al 10%. O sea, que el aumento similar a la inflación quedó reducido a casi la mitad. Independientemente de lo expuesto, hay que considerar que por una vieja ley, los militares aún retirados (jubilados) debemos seguir aportando el 11% como aporte jubilatorio. Síntesis: de mi haber, hoy me descuentan este 11% mencionado, y un 12% por Ganancias.
Ramón Gómez
COMODORO (R)
ramonaldoern@gmail.com

Los jubilados y pensionados que se acogieron desde diciembre del 2016 a la Reparación Histórica están preocupados porque, si bien les ajustaron el haber, aún no han percibido el retroactivo correspondiente. Sería deseable que la expectativa que la clase pasiva depositó en este acto de justicia social no se desvanezca en el tiempo. ¡Si se prometió, hay que cumplir para seguir creyendo en el cambio!
Carlos Castriota
ccastriota2004@yahoo.com.ar

Tengo 70 años, soy médico clínico y anestesiólogo con 43 años de profesión, habiendo ejercido sobre todo en medios rurales donde la medicina es una real necesidad. Luego de 30 años de aporte estatal y tres de dilaciones por negligencias de los empleados, el IPS me adjudicó una miserable jubilación de $ 9.100. Felicito a los valientes y patrióticos directivos del IPS por esa férrea determinación en humillar y denigrar a los argentinos. Debo agregar que he efectuado investigaciones en anestesiología, editado dos libros sobre electromedicina, escrito trabajos de investigación y soy cofundador del Instituto de Innovaciones Tecnológicas de la Facultad de Medicina de la UBA.
Carlos del Aguila carlosluisdelaguila@gmail.com El Gobierno se ufana de que muchos jubilados se acogieron a la Reparación Histórica. En mi caso, después de haber aportado durante 45 años, me hacen un ofrecimiento que no llega ni al 40% de lo que me corresponde, y nada me dicen del retroactivo.
Víctor Cao
vccgrafica@yahoo.com.ar

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